La nube de cenizas procedente del volcán islandés ha penetrado el cielo gallego tras más de tres jornadas vagando en suspensión por el Atlántico. Las previsiones del Servicio de Meteorología del Reino Unido para última hora de ayer situaban el borde de la gran mancha de partículas volcánicas justo encima de la fachada atlántica, entrando en la península por el litoral gallego y la zona más occidental de Portugal: el área lisboeta.
La nueva pluma volcánica, que en los últimos días afectó parcialmente al espacio aéreo británico e irlandés, abandonó ayer las islas y centró su foco amenazante en Galicia y parte de Portugal. La aproximación de la nube mantiene en alerta a los servicios de meteorología de la comunidad y, en especial, a los aeropuertos gallegos, pendientes de la evolución de la mancha por si hubiese que suspender algún vuelo. "Estamos pendientes con relativa calma. Es la agencia europea Eurocontrol la que emite sus consejos e informa a las compañías del nivel de concentración de cenizas. Depende de la altura a la que esté la nube, la trayectoria de los vuelos y de si se pueden plantear rutas alternativas sin llegar a cancelar vuelos", explicaron ayer fuentes de AENA, organismo dependiente de Fomento, más atento que nunca a lo largo de la jornada de ayer a la evolución de la nube siguiendo los protocolos establecidos con Eurocontrol.
"La nube se está colocando encima de Galicia, claramente", indicaba a primera hora de la tarde de ayer Pablo González, de MeteoGalicia, quien añadió que los vientos soplan del norte-noroeste y se prevé la entrada de una borrasca el fin de semana que podría disipar la concentración de partículas. ¿Existe riesgo de que afecte al espacio aéreo del noroeste peninsular y haya que cancelar vuelos? "Cabe esa posibilidad. La parte positiva es que la mayor concentración de partículas se sitúa por debajo de los 6.000 metros y lo habitual es que los aviones vuelen por encima de los 10.000. Si se mantiene así no debería haber problemas", añadió González. Según Ángel Alcázar, jefe de predicción de la Agencia Estatal de Meteorología, la borrasca, con lluvias, podría entrar hoy, de modo que el riesgo de que la nube deje una huella real en Galicia tendería a desaparecer.
Mientras, el volcán islandés Eyjafjalla ha vuelto a la carga. El Gobierno ha alertado de un incremento en la expulsión a la atmósfera de ceniza en las últimas horas. La nube llegó a alcanzar en la noche de ayer los 10,5 kilómetros de altura, índice equiparable al de los primeros días de erupción en el mes de abril, cuando se produjo el mayor caos en el espacio aéreo.
Irlanda y Gran Bretaña reabrieron ayer sus espacios aéreos tras dos días de restricciones debido a los efectos de la nueva nube que, tras avanzar rumbo sur, amenaza ahora la fachada atlántica de la Península. Portugal empezó a notar ayer la aproximación de la mancha. Según publica Jornal de Noticias, las cenizas volcánicas obligaron a varios aviones a desviar su ruta para alcanzar el destino final, sin que se hayan producido aún cancelaciones.
Actualizaciones de la predicción del centro en GB en MET OFFICE y MET OFFICE II
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