Los 'cazadores de aviones' llevan a todo el mundo la imagen de Lavacolla
En el año 2005 un periódico local de Palma de Mallorca sacaba a la luz los vuelos secretos en los que la CIA transportaba a supuestos terroristas de forma ilegal a Estados Unidos. Los aviones, pintados de blanco y sin más identificaciones visibles que la matrícula, los detectaron fotógrafos aficionados del aeropuerto de Son Sant Joan, conocidos como spotters, que con sus peculiares armas -cámara, teleobjetivo y un escaner que capta las conversaciones entre la torre de control y los aviones para saber por qué cabecera van a aterrizar- consiguieron sacarle los colores al todopoderoso Gobierno norteamericano.
También Lavacolla tiene sus spotters habituales. A lo largo de la pista sembrada de baches que rodea el recinto del aeropuerto, fotógrafos aficionados como José Campelo, Jose Luis Maquieira, Eduardo Quintela o Gabriel Fernández, dedican todo el tiempo que pueden hurtarle a su vida cotidiana a esperar el momento perfecto, con la luz ideal, en que un avión se ponga 'a tiro'. El resultado de su trabajo está empezando a hacer que el aeropuerto de Lavacolla -hasta hace poco terreno casi inexplorado- tenga visibilidad en los grandes foros en los que fotógrafos de todo el mundo muestran su trabajo.
EN EXPANSIÓN. Lavacolla "ha crecido bastante en el último año, también en spotters". Aunque la variedad de aviones no es muy amplia y suelen ser "hierros pequeños", los vuelos charter y la presencia de vez en cuando de aeronaves de largo radio en maniobras de entrenamiento, como el Airbus 340 de Iberia, o el 330 que en verano cubre los trayectos a Caracas -lo hará de nuevo en julio y agosto-, son las piezas más codiciadas. Consultas diarias a páginas web con información sobre vuelos y meteorología, algún "chivatazo" de amigos en aerolíneas o en AENA, y el escáner con el que captan las comunicaciones entre el avión y la torre de control les permiten ir añadiendo fotos a su archivo personal. El de Eduardo, por ejemplo, supera las 15.000 fotos. Otros no quieren siquiera decir cuántas tienen, pero reconocen que en ocasiones "se te queda el dedo pegado" al disparador. "Hay días", añade Campelo, "que vienes convenciéndote que en vez de doscientas fotos vas a tirar solo cien, y luego no eres capaz".
Además de vigilar la pista de Lavacolla, la de Alvedro y, en menor medida la de Peinador -"nos queda más a desmano", apuntan-, aprovechan sus viajes para hacer un poco el friki. En Barcelona, donde Maquieira fue spotter habitual "en un día haces más de dos mil fotos". Entre sus destinos de vacaciones incluyen auténticas mecas de los cazadores de aviones, como Myrtle Avenue, en Londres, donde las aeronaves de Heathrow, uno de los mayores aeropuertos del mundo, sobrevuelan los edificios continuamente. Y con esas escapadas y los escasos festivales aéreos que se organizan en España, van completando sus peculiares colecciones. El aeropuerto compostelano ofrece poca variedad, aunque de vez en cuando han conseguido captar un Antonov, los buscados A340 o aviones personalizados, los denominados logo-jets, como el dedicado al campeonato del mundo de Jorge Lorenzo, o el Halcón Peregrino, un pájaro de Iberia pintado con los colores históricos de la aerolínea.
HOZ EN MANO. Pero el tráfico constante de aviones de largo radio no es lo único que los aficionados de Lavacolla le envidian al aeropuerto de El Prat. "Nuestro sueño sería la construcción de un mirador en cada cabecera del aeropuerto", como el que acaban de estrenar sus colegas catalanes. De hecho, entre el material que llevan siempre en el maletero del coche, no falta una escalera para conseguir un ángulo por encima de la verja del aeropuerto, e incluso una hoz, ya que muchas veces es necesario encaramarse a algún montículo lleno de maleza. Le han comunicado su aspiración a la dirección del aeropuerto, pero no tiene respuesta aún.
Las plataformas que le piden a AENA "estarían en el exterior del recinto, para que pudiera disfrutarlas todo el mundo". De hecho, señalan que durante el fin de semana hay muchas familias con niños que se acercan al perímetro de la terminal para ver entrar y salir los aviones. La foto que encabeza este reportaje, de José Antonio Campelo, es la bandera de esta reivindicación: a falta de un lugar apropiado, cuatro spotters de Lavacolla aprovechan unos tubos de obra apilados junto al perímetro del aeropuerto para mejorar su ángulo de visión de la pista.
Otro de los motivos para envidiar sanamente a sus colegas de El Prat son las jornadas de puertas abiertas en las que a los fotógrafos se les permite acceder a las instalaciones. Ocurre también en Canarias y en Oporto, por lo que el grupo de spotters compostelano aspira a lograrlo, algún día, en Lavacolla.
DÓNDE ENCONTRARLOS
Fotografía aeronáutica. Las fotografías que se consideran técnicamente correctas y de interés aparecen en páginas especializadas, tras pasar una selección más o menos estricta. Hay una página web española, www.aviationcorner.net, y varias internacionales, como www.airliners.net o www.airplane-pictures.net. Publicar fotos en estas páginas no resulta sencillo. Para que las acepten debe ser técnicamente muy buena e, incluso así, muchas veces las rechazan por considerarlas "classic shots", algo ya muy visto. También participan en foros aeronáuticos, como http://www.foroaviones.com.
Herramientas. Para su afición es básico conocer las condiciones meteorológicas, para lo que recurren a Meteogalicia -www.meteogalicia.es- y también las previsiones de tráfico de los aeropuertos, a través www.aena.es, o de servicios internacionales como el de www.flightsats.com. También hay webs que hacen segumimiento de aviones en tiempo real: wwww.localizatodo.com o www.flightradar24.com. Los registros de aviones los encuentran en www.airframes.org, www.scramble.nl o www.airfleets.org. Aplicaciones para los teléfonos móviles les permiten averiguar incluso la matrícula del avión que, en el momento en que charlan con este periódico, sobrevuela sus cabezas.
Del 11 de septiembre a un desconchón inocuo Los spotters ofrecieron también información al gobierno norteamericano sobre los ataques del 11 de septiembre en Nueva York, y también advierten a las compañías cuando detectan un indicio de una posible avería en una aeronave. José Luis Maquieira avisó a Iberia de que había visto un desconchón en el timón de uno de sus aviones. Lo comprobaron y era solo la pintura, pero podría haber sido una pista de algo grave que, sin su ayuda, habría pasado por alto.
Testigos de un 'cadáver' alado en Peinador
Su constante vigilancia de las terminales gallegas les permite ser testigos de excepción, a pie de pista, de los pequeños incidentes que se producen en la vida diaria de los aeropuertos, como el que sufrió un avión de Air Europa que se encontró con una bandada de gaviotas en la pista de Peinador. El resultado del choque fue un pájaro muerto... y una foto más para el archivo de los spotters, en la que se ve el cadáver en manos del halconero de la terminal.
Un reportaje de ANA CALVO SANTIAGO publicado en El Correo Gallego
http://www.elcorreogallego.es/santiago/ecg/cazadores-aviones-llevan-todo-mundo-imagen-lavacolla/idEdicion-2011-01-31/idNoticia-635038/
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