La expansión de Ryanair durante los últimos dos años en Santiago de Compostela, sostenida por la Xunta de Galicia, ha mermado considerablemente el número de pasajeros de la principal conexión que opera en el aeropuerto de Alvedro: el vuelo entre A Coruña y Madrid. Mientras la cantidad de usuarios que anualmente llegaban o salían de Lavacolla iba en descenso durante los últimos años y la de quienes hacían lo mismo en Alvedro aumentaba, las estadísticas se invirtieron a finales de 2008, cuando la compañía irlandesa estrenó su conexión entre la capital gallega y la española con 24 frecuencias semanales.
Las memorias estadísticas de Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA) son claras. La conexión de Alvedro con Madrid sumó, en 2007, un total de 820.016 pasajeros frente a los 678.560 registrados en Lavacolla; cifras que supusieron un aumento de 181.994 usuarios en el aeropuerto coruñés con respecto al año anterior y un descenso de 38.013 en el compostelano, la misma rutina registrada en los informes de años anteriores. Sin embargo, los resultados cambiaron de ritmo en el ejercicio de 2009, con la conexión de Ryanair desde Lavacolla ya en marcha, al anotar un total de 636.215 pasajeros en A Coruña frente a los 796.036 ciudadanos que se decantaron por despegar o aterrizar en Santiago.
El aeródromo coruñés perdió cerca de 200.000 viajeros en su conexión con Madrid en 3 años, prácticamente la misma cantidad de usuarios que ganó Lavacolla entre 2008 y 2009, cuando la compañía de Michael O'Leary comenzó a explotar la misma ruta. Se trata de un perjuicio que podría ser todavía mayor durante el próximo año debido a la implantación de tres nuevas líneas que Ryanair ha anunciado para el aeropuerto compostelano -conexiones con Barcelona, Sevilla y Valencia- y con las que Alvedro cuenta desde hace años a través de Iberia, Spanair, Air Europa e incluso Vueling, otra compañía de bajo coste.
La llegada en 2005 de la compañía que ha logrado desbancar a Iberia en la capital gallega y que opera con siete líneas nacionales y tres internacionales no fue casual. La firma irlandesa montó su plataforma en Santiago gracias a un acuerdo establecido en 2004 entre la aerolínea, la empresa turística Incolsa (dependiente del Ayuntamiento compostelano) y la Xunta, a través de Turgalicia. El Gobierno autonómico se comprometió entonces a invertir cerca de 4 millones de euros entre 2005 y 2008, en concepto de patrocinios publicitarios, para favorecer la expansión de Ryanair y, en 2005, cogió el testigo de las ayudas el bipartito, dando continuidad a un convenio para el asentamiento de líneas de bajo coste del que, durante esos años, los aeropuertos de A Coruña y de Vigo no recibieron ni un euro.
Información: Laopinioncoruña.es
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