Faltan tan solo dos meses para que Lavacolla se sume a la lista de aeropuertos sostenibles. A partir del 18 de noviembre la terminal implantará los aterrizajes verdes, una operación que permite una disminución del 25% en las emisiones de CO2 de media en cada maniobra de aproximación. El ahorro también es importante, ya que los aviones reducen el consumo de combustible en un 25%. Se produce, además, una reducción más que significativa de las emisiones acústicas en el área próxima al aeropuerto.
La operación consiste en realizar un descenso continuo sin tramos horizontales y a régimen bajo de motor. Es decir, los aparatos tendrán que recorrer la última parte del trayecto -unos 180 Km- con la mínima potencia. Tal y como explicó en su día el ministro Blanco, "no volarán, sino que estarán planeando". En cuanto a la contraprestación, se indica que las aeronaves tardarán dos minutos más en tomar tierra.
Su puesta en marcha permitirá solventar, no obstante, los graves problemas de los núcleos habitados próximos al aeropuerto: los ruidos (se reducen entre cuatro y seis decibelios).
PRIMERO, BARAJAS. El de Madrid-Barajas ha sido el primero de España en instaurar la maniobra ecológica, según informó ayer AENA (Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea) en un comunicado. Las compañías que operan en la mencionada terminal pueden realizar este tipo de aterrizaje -en horario nocturno- desde el 26 de agosto. Iberia ya las utiliza, especialmente en sus vuelos transatlánticos que llegan a Barajas a primeras horas del día.
A partir del 23 de septiembre se producirá la implantación de los aterrizajes verdes en Alicante y Valencia. El proceso continuará -señalan las mismas fuentes- en Santiago, Málaga y Barcelona a mediados de noviembre. En Palma de Mallorca y Gran Canaria se utilizará este procedimiento desde el 16 de diciembre. Este tipo de maniobras se aplican actualmente en 33 aeropuertos de Europa.
Información y foto: Elcorreogallego.es
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