Las autoridades yemeníes siguen en la búsqueda de los responsables del envío por avión de dos paquetes bomba con destino a Estados Unidos. Las principales sospechas recaen sobre el saudí Hassan al-Asiri, de 28 años, que vive allí –país con un descontrol tal que permite actuar a Al Qaeda- y figura en la lista de los hombres más buscados de su país.
Se cree que él fabricó la bomba que Omar Farouk Abdulmutallab intentó hacer explotar en pleno vuelo un avión comercial estadounidense que iba a aterrizar en Detroit y que había despegado desde Amsterdam el pasado 25 diciembre, con el mismo explosivo oculto en su ropa interior, sufriendo graves quemaduras, en un avión.
La acción fue reivindicada por la rama de Al Qaeda de la Península Arábiga. La misma sustancia estaba en los zapatos del británico Richard Reid, que en 2001 pretendió sin éxito prenderlos en un vuelo entre París y Miami. Uno de los artefactos viajó en dos vuelos comerciales: un Airbus A320 procedente de Saná, que aterrizó en Doha, capital de Qatar, donde fue embarcado en otro avión con destino Dubai, donde lo interceptó la policía. Estaba listo para ser enviado en un avión de Federal Express con destino a Estados Unidos.
Otro paquete fue interceptado por las autoridades británicas en el aeropuerto de East Midlands, donde había llegado en una aeronave de UPS. Ambos estaban dirigidos a sinagogas en Chicago y se considera que está detrás la rama de Al Qaeda de la Península Arábiga, ya que todos procedían de Yemen. Estaban camuflados en cartuchos de “toner”, conteniendo tetranitrato de pentaeritritol, que puede activarse tanto por calor intenso como por un detonador, cables y un circuito con una tarjeta SIM de telefonía celular, que habría permitido su detonación con mediante una llamada telefónica. UPS suspendió sus vuelos con Yemen. En caso el que detonaran en el aire, habrían derribado a los aviones. La investigación se inició gracias a una alerta de los servicios de seguridad de Arabia Saudita.
Informacion y foto: Defensa.com
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