Desde hoy y hasta el domingo, el aeródromo de Rozas será un hervidero de actividad con la celebración del quinto critérium aeronáutico y la disputa de la edición número 27 de la vuelta aérea a Galicia. Este año, con motivo de su cincuenta aniversario, el Real Aeroclub de Lugo ha querido más que nunca implicar al público en las actividades a realizar, y además del bautismo del aire, que tan buena acogida ha tenido en los últimos cuatro años, ha preparado otras interesantes propuestas, como los saltos en paracaídas, el túnel del viento, los vuelos acrobáticos y las exhibiciones con paramotor y con ultraligeros.
Paralelamente a las actividades abiertas al público, hoy y mañana se disputarán las tres etapas de la vuelta aérea, con salida y llegada en el aeródromo de Rozas. Una de las novedades de esta edición es que, con motivo del décimo aniversario de la declaración de la Muralla como patrimonio de la humanidad, en la tarde del sábado se celebrará un concurso de fotografías aéreas del monumento.
Una docena de aviones
Al margen de los aviones de los pilotos que tomarán parte en la vuelta aérea, desde la organización calculan que una docena de aparatos se desplazarán hasta Rozas para las distintas actividades ofertadas, ya se trate de los bautismos del aire o de las demostraciones y exhibiciones.
Los aviones irán llegando paulatinamente al aeródromo de Castro de Rei. Para hoy al mediodía, por ejemplo, está prevista la llegada del avión militar del Ejército del Aire en el que las personas que quieran podrán realizar su bautismo de vuelo desde primera hora de la tarde y durante todo el fin de semana.
Para hacer más amena la espera de la gente que se desplace hasta Rozas para participar en alguna de las actividades, una de las propuestas de la organización es la realización de exhibiciones de aeromodelismo en una zona de la pista del aeródromo. También podrán comprobar desde tierra las evoluciones de los pilotos y sus máquinas surcando el cielo, ya sea en un globo aerostático, en un ultraligero, en un paracaídas o en los modernos aviones contraincendios. Y para aquellos que no se atrevan a subirse a alguno de esos aparatos habrá simuladores de vuelo de diferentes niveles para ver lo que se siente en el aire, pero con los pies bien firmes en el suelo
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